¿Qué es el polvo cósmico?
El polvo cósmico consiste
en diminutas partículas que llenan el espacio entre los planetas y las
estrellas, y que en ocasiones se acumula para formar nubes y anillos. Son
partículas de materia cuyo
tamaño es menor a 100 micrómetros, donde un micrómetro es la millonésima parte
de un metro. Partículas mayores pasan a llamarse “meteoroides”.
Por largo tiempo se creyó que
los vastos espacios interestelares estaban desprovistos de materia, pero lo que
ocurre es que no toda la que existe está condensada en forma de planetas o
estrellas.
Pero no es preciso ir tan lejos
para encontrar polvo cósmico, ya que la Tierra recibe a diario unas 100
toneladas de polvo y fragmentos que llegan del espacio a gran velocidad. La
mayor parte va a parar a los océanos y se distingue del polvo casero, del que
producen las erupciones volcánicas y las tormentas de arena en los grandes
desiertos.
Las partículas de polvo cósmico son capaces de interactuar con la radiación proveniente del sol y también de ionizarse, es decir, captar o ceder electrones. Sus efectos en la Tierra son diversos: desde dispersar la luz del Sol hasta modificar la temperatura, bloqueando la radiación infrarroja proveniente de la misma Tierra (calentamiento) o del Sol (enfriamiento).