¿Qué son los cometas?
En astronomía, se conoce como cometas a cierto tipo de objetos
astronómicos móviles, integrantes del sistema solar, que
recorren órbitas
de distinta trayectoria y duración alrededor del sol. En su mayoría, los cometas son objetos transneptunianos provenientes de conglomerados de objetos helados conocidos como el
Cinturón de Kuiper o, más lejos aún, la Nube de Oort.
Los cometas trazan en su recorrido órbitas sumamente concéntricas
alrededor del Sol, muchos de ellos regresando después de cientos e incluso
miles de años. Su imagen típica es la de un cuerpo brillante y ovalado, que
deja detrás una estela o coma compuestas de gases brillantes.
El único que puede mirarse regularmente desde la superficie de nuestro
planeta es el célebre Cometa Halley. Sin embargo, el estudio de los cometas,
especialmente luego de la invención del telescopio, ha sido una
preocupación de los astrónomos desde tiempos antiguos.
En algunos casos, la aparición recurrente se ha interpretado como
síntoma de presagios, fuente de revelaciones o signo del fin de una época y el
inicio de otra. Mitos
como el de la Estrella de Belén en la Biblia pueden haber sido
interpretaciones místicas de estos viajeros astrales.
Tipos de cometas
Los cometas pueden clasificarse en base a dos criterios, siendo el
primero la distancia recorrida en sus órbitas y el tipo de órbita que
presentan. Así, podemos hablar de:
- Cometas de período corto o de período medio. Aquellos generalmente provenientes del Cinturón de Kuiper, ubicado a 50 Unidades Astronómicas (UA) del Sol
- Cometas de período largo. Aquellos que provienen de la Nube de Oort, casi cien veces más lejos, en los límites mismos del Sistema solar.
Similarmente, podemos distinguir entre cometas periódicos y no
periódicos, siendo los primeros aquellos cuya órbita toma 200 años o menos en
completarse; y los segundos aquellos cuya órbita toma de 200 años en adelante.
Del mismo modo, sus órbitas pueden ser elípticas, parabólicas o
hiperbólicas.
Por último, los cometas se clasifican de acuerdo a su tamaño, en las
siguientes categorías:
- Cometas enanos. Entre 0 y 1,5 kilómetros de diámetro.
- Cometas pequeños. Entre 1,5 y 3 kilómetros de diámetro.
- Cometas medianos. Entre 3 y 6 kilómetros de diámetro.
- Cometas grandes. Entre 6 y 10 kilómetros de diámetro.
- Cometas gigantes. Entre 10 y 50 kilómetros de diámetro.
- Cometas “Goliat”. Por encima de los 50 kilómetros de diámetro.
Partes de un cometa
Los cometas se componen de dos partes claramente reconocibles:
- Un núcleo. Compuesto por la masa sólida del cometa, en donde se
encuentran sus materiales que lo componen (usualmente hielo y compuestos inorgánicos, aunque con trazas usuales de hidrocarburos), y que
suele ser básicamente una roca en movimiento.
- Una coma. También llamada cabellera, que es una estela de varios kilómetros de largo, compuesta por gases eyectados del cometa durante su calentamiento por acción del Sol, o bien de polvo estelar y fragmentos que deja atrás en su camino. En muchos casos pueden observarse dos comas distintas:
- La coma gaseosa. Compuesta por vapor de agua que es eyectada del cometa y que sostiene la dirección contraria a
los rayos del Sol.
- La coma de polvo. Compuesta por restos sólidos del cometa que van quedando en suspensión en el espacio, y que al ingresar en la atmósfera terrestre, cuando nuestro planeta atraviesa alguna órbita de un cometa, desencadena lluvias de meteoritos.
Características de un cometa
Los cometas tienen formas diversas, generalmente irregulares, que
pueden ir de los pocos kilómetros a las varias decenas de diámetro. Su
composición es uno de los enigmas más usuales de la astronomía, parcialmente resuelto por la observación de cerca del Cometa Halley en
su última pasada en 1986.
Se sabe hoy en día que los cometas contienen una importante
presencia de agua congelada, hielo seco, amoníaco, metano, hierro, magnesio,
sodio y silicatos. Semejante composición sugiere que los cometas podrían haber
sido parte de los aportantes de la materia orgánica que
permitió el surgimiento de la vida en la Tierra.
Del mismo modo, se piensa que podrían ser testigos materiales de la formación misma del Sistema solar, y tener en su interior secretos físicos sobre el origen de los planetas y del Sol mismo.
Ejemplos de cometas
Algunos de los cometas más conocidos son:
El Cometa Halley. Con un período de 76 años aproximadamente, el
único visible desde la superficie de la Tierra.
El Cometa Hale-Bop. Uno de los más observados del siglo XX, desató
numerosos rumores en su paso cerca de la Tierra durante 1997, dada su enorme
brillantez.
El Cometa Borrelly. Nombrado por su descubridor, el francés
Alphonse Borrelly, fue visitado en 2001 por la sonda espacial norteamericana
Deep Space 1.
El Cometa Coggia. Un ejemplar gigante no periódico que pudo
observarse a simple vista desde la Tierra en 1874. Visitó nuestro planeta en
dos ocasiones más antes de desintegrarse en 1882.
El Cometa Shoemaker-Levy 9. Célebre por haberse estrellado contra Júpiteren 1994, permitiéndonos presenciar el primer impacto extraterrestre
documentado de la historia.
El Cometa Hyakutake. Descubierto
en enero de 1996, año en que pasó muy cerca de la Tierra: a la distancia más
próxima que había pasado un cometa en 200 años. Se le pudo ver desde todo el
mundo y emitió importantes cantidades de rayos X. Su período aproximado es de
72.000 años.